Las benditas cunetas

Bioasfalto Impresionante bioasfalto en banquina y cuneta.

¿Deben estar limpitas para que “trabajen y corra el agua”?

El manejo convencional de los desagües de los caminos rurales (desde las últimas 5 ó 6 décadas), se basa en que las cunetas deben estar «desnudas para que el agua salga rápido» y considera sólo su conducción superficial desde el punto más alto hacia los bajos –escurrimiento horizontal– ignorando las posibilidades de movimientos verticales.

La forma de las cunetas

Las cunetas son generalmente en V, producto en gran medida del pasaje frecuente y rutinario de las motoniveladoras. Las consecuencias están a la vista, mayor velocidad del agua, corte de caminos, y por tener «todo pelado», erosiones de suelo, baja del nivel de rasante, descalce de las alcantarillas (las clásicas «colgadas»), y en muchos casos de alambrados; sobrecarga de los bajos y la generación de grandes cortes entre el terreno natural y el eje de la calzada, entre otros perjuicios.

Claramente no estamos estabilizando los caminos, pues cada tanto hay que recurrir a la retroexcavadora, para cambiar por alcantarillas de mayor diámetro con el propósito de contrarrestar el desnivel que se genera para ingresar a los lotes.

Un manejo sustentable de las cunetas

El manejo sustentable, considera a las cunetas como parte de un sistema (conjunto de elementos) de conducción de agua, integrado también por las veredas (con pastos), las banquinas y a veces parte de la calzada (siempre con vegetación). La conducción del agua -esto es central-, no sólo es horizontal, sino hacia la atmósfera a través de la transpiración vegetal (el suelo se seca) y hacia abajo por infiltración y conductividad, favorecidas por aumento de la porosidad del suelo.

Es decir que la vegetación crea otra cuneta subterránea que resta aporte a los bajos, entre otros beneficios. Aunque no llueva y se vean secas, si tienen verde trabajan día y noche todo el año, conduciendo agua hacia arriba. Puesto en otras palabras, trabajan tres cunetas; la clásica horizontal, la subterránea y la atmosférica.

Dentro de este sistema, la forma de las cunetas tiende a ser parabólica, en U, con menor velocidad del agua, mayor rugosidad al escurrimiento debido a la vegetación, y menor poder erosivo.

Las banquinas y parte de la calzada también conducen agua por estar empastados, como se explicó precedentemente. Es decir, todo el conjunto traslada agua, y ni hablar cuando muchos, muchísimos, suelen transformarse ante lluvias copiosas y torrenciales en “caminos canales” pero también, en parte, favorecen la infiltración. Si están movidos, según la metodología convencional, el agua “arrasa con todo”; con el método sustentable la protección es abrumadoramente mayor.

Conclusiones

Las cunetas y canales en general deben permanecer empastados y no necesariamente cortados. Para ellos se debe monitorear el comportamiento del agua y “no limpiar por las dudas las cunetas”, de manera masiva.

Los ejemplos contundentes son el corredor biológico de la Autopista Rosario-Santa Fe, la vegetación espontánea en las rutas provinciales (Resolución 064), que fueron legisladas para preservar y estimular la biodiversidad, y muchos canales «sucios con yuyos» que prueban de manera indirecta que la vegetación no obstruye (salvo puntuales excepciones), el paso del agua cuando se la controla planificadamente; y se debe primordialmente a que no se tiene tan en cuenta la formación de las «dos cunetas» y la infiltración y transpiración.

Las maquetas y planos de rutas y autopistas muestran pastos cortados desde las banquinas hasta los alambrados, sin embargo, actualmente tienen vegetación espontánea y no ocurrieron en general obstrucciones, al contrario, como expresé “trabajan día y noche todo el año”. Mayor biodiversidad y mejor conducción de agua.

El mismo criterio debe emplearse en las rutas provinciales con calzadas naturales y caminos comunales en general, porque en muchos caminos rurales angostos, entre otros casos, es conveniente cortar la vegetación hasta la mitad de las cunetas para “ampliar” y contribuir al desarrollo mayormente de gramón.

Es muy importante dar a conocer los fundamentos y beneficios para todos de la cobertura vegetal, porque acostumbrados a la visión convencional, muchos, muchísimos usuarios piensan que «están abandonando las rutas».

Un concepto que está relacionado es que muchas veces, los procesos erosivos en las cunetas que las van profundizando, ayudan al trasvase de los escurrimientos entre distintas líneas de bajos.

Cuando el escurrimiento de una línea llega hasta un camino profundizado, más allá que haya una alcantarilla de paso transversal, el agua de las lluvias más importantes, dobla tomando como elemento conductor las cunetas y desviándose de la línea original. Esto está muchas veces favorecido por los pequeños bordos que se generan bajo los alambrados.

De esta manera el proceso erosivo aumenta y se van quebrando los pequeños límites topográficos entre líneas de escurrimiento. Esto es un gran perjuicio, sobre todo para aquellos propietarios que están en los bajos receptores y hacia los cuales se dirigen los trasvases.